Mario
Ramos Tacca
Presentación de Cantar del Wakachuta y otros cuentos |
1.
CONSIDERACIONES
PREVIAS
Cantar
del wakachuta y otros cuentos, es el título del reciente libro de Niel
Palomino Gonzales, narrador apurimeño, representante de la nueva generación de escritores
andinos del Sur del Perú. El autor, esta vez, reaparece con una entrega en el
que los relatos contienen discursos creados por los demonios internos que
habitan el complejo mundo narrativo del mismo. Desde esa óptica, podemos asegurar
que dotado de una maestría poco convencional, Palomino, maneja con precisión
los eventos y la naturaleza del tiempo aprendido en el universo andino, pues el
libro reaparece justo en el mes en que la Pachamama vuelve para hacer notar su
prodigiosa presencia entre nosotros. Es más, el libro encarna una epopeya rural
contextualizada en los valles interandinos de Vilcabamba (Apurímac) espacio
que, según el autor, es cuna de su origen.
Con
el carácter de un libro que acaba de ser arrancado de las entrañas de la
imprenta, el texto presenta un olor a tinta fresca y es que recientemente, la
obra, fue reeditada en la ciudad de Arequipa y cuenta con un diseño atractivo que
cumple con las exigencias de una edición seria que, además, viene acompañado por
un breve comentario escrito por dos destacados escritores peruanos: Jorge Florez-Aybar
y Alfredo Herrera.
Al
realizar una lectura detenida del libro, uno se encuentra subsumido en un mundo
fantástico en que lo real maravilloso, en la narración, cobra vida a través de la
práctica de tradiciones extraordinarias de nuestra cultura ancestral reflejado
en la vivencia cotidiana de los actantes que lleno de creencias y
supersticiones idiosincrásicas se enfrentan a los complejos retos y problemas de
un mundo que desafía con destinar al olvido toda una forma de vida, propia de
los habitantes de los andes sureños y que Niel Palomino, muy bien, los recrea en
las 106 páginas del texto.
2.
RESEÑAS
Los
cinco cuentos narrados en un castellano andino, cuyo sustrato quechua nos recuerda
la obra del gran escritor José María Arguedas, tiene en su esencia, el valor de
la oralidad del discurso cotidiano del hablante bilingüe de nuestros tiempos. La
estructura usa un conjunto de elementos estilístico-narrativos que claramente se
divisa en el manejo del marco, la complicación, la resolución y la evaluación narrativas
que es el reflejo de la pericia de un escritor que va posicionando su estilo dentro
del complejo panorama de la literatura actual.
En
consecuencia, Cantar del wakachuta,
es el primer cuento que aparece en la edición y, según avanzamos en su lectura,
descubrimos los rasgos coincidentes entre narrador y protagonista, pues el
narrador personaje (Filimón) parece ser el alter ego del autor, debido a las
similitudes de lateralidad, pensamiento y el modus vivendi que los asemeja.
Por
lo mismo, la trama argumental de la historia nos presenta a un personaje que habla
y actúa en primera persona, matizando su discurso con una “jerga abigea”
peculiar correspondiente al nivel coloquial del lenguaje, el cual, nos
introduce en un mundo en el que un padre se empecina por inculcarle lecciones
de vida a un hijo que puede ser catalogada
como una narración didáctica, por el hecho de que tanto padre e hijo
persiguen un mismo propósito: enseñar y aprender las artes secretas del wakachuta.
En
otro plano de la narración se puede apreciar el componente sociológico que refleja
el enfrentamiento y la lucha de clases entre hacendados y comuneros. Y en un
tono épico denuncian la travesía del pueblo oprimido. De modo que el
protagonista, en un afán justiciero se obstina en perjudicar la condición
acomodada de los hacendados y patrones de Siusa, Pucuta y T’aqata, arrebatándoles
sus bienes más preciados: el ganado.
La
parte final de la narración presenta dos hechos inesperados: una sorpresiva disputa
amorosa entre padre e hijo por Paula, cuyo desenlace acaba en tragedia y
desencadena otro que se verá revelado por el ficticio vínculo que mantenían ambos
en un ambiente de sentimientos encontrados.
De
otro lado, en Mery y yo, para siempre, el
autor nos narra una tierna historia de idilios, travesuras y venganzas de un
grupo de escolares que asisten a una misma institución educativa en Vilcabamba. En líneas generales, la trama del cuento
se desarrolla con una mezcla de actos en que los alumnos del sexto grado de la
I.E.P “Sagrado Corazón de Jesús” acometen en contra de sus compañeros y
pobladores de la zona. Román, en primera persona, cuenta los sucesos acaecidos
en el contexto escolar que junto a “El Peluco Trujillo” son protagonista y antagonista
en la narración. Estos tejen las más audaces historias que atraen al lector por
el tinte sarcástico con que el autor presenta el discurrir del relato. Pero, todo
esto no estaría completo sin la presencia del maestro de escuela Vicente
Pumacayo, que tampoco es ajeno a las travesuras del grupo y será víctima de las
ocurrencias de estos escolares que encabezados por “El K’ullu”, Pedro Trujillo,
hacen vivir en vilo a la comunidad educativa y a los pobladores de Vilcabamba. Empero,
la trama toma su resolución más expectante cuando se entretejen los idilios entre
compañeros de escuela.
Las
disputas y las apuestas a ganador, los galanteos por Mery se dejan ver en su
matiz más tierno. Pero se desencadenan en un final trágico cuando de pronto, Mery
desaparece del pueblo y sorprende con su repentina muerte que sume, a los
compañeros, en escenas de profundo dolor, en especial a Román y Pedro Trujillo.
La
tercera historia La venganza de Aguacero
quizá sea la que alcanza, según nuestro criterio, el más alto nivel de complejidad
narrativo-discursiva en el texto. A través de las peripecias de un par de hermanitos
campesinos: Anacu y Chini, el autor nos cuenta una historia llena de
atrocidades, latrocinios y vandalismo gamonal cometidos en contra de una célula
familiar asentada en las alturas de Luntumarka, Vilcabamba y que tienen como
único sustento la crianza y el pastoreo de vacunos. Ciertos pasajes de la narración
nos recuerdan las atrocidades y abusos cometidos por Alfonso Pereira, en contra
de los campesinos de Cuchitambo en Huasipungo
de Jorge Icaza. Sin embargo, lo real maravilloso en la historia se muestra con
la actitud de indignación que asume un toro de nombre “Aguacero” quien toma
venganza por la muerte de Chini, su pequeño custodio. Los enfrentamientos
desencadenan finales nada alentadores para la magra condición de los actantes principales
que en muchos casos son los más perjudicados. Pero, al final, renace la
esperanza con la llegada de nuevos “aguaceros” que repoblarán la comarca y le
devolverán la vida a los pobladores sumidos en el abandono y la pobreza
extremas.
La
cuarta historia es quizá la más sublevante de todas, pues en su estructura encontramos
la muestra de una narración de corte metafórico y de denuncia social. La lucha
de clases cobra un serio rol ideológico que subyace al discurso en la narración,
pues en Operación hormiga,
claramente, podemos percibir una trama confrontacional que en tono alegórico denuncia
las pretensiones económicas de un grupo de hormigas invasoras y opresoras en
territorios intangibles de Sisipampa.
A
través de los trágicos enfrentamientos de un grupo de hormigas comuneras que
luchan frente a las invasoras por defender su territorio, se pone de manifiesto
la indignación de una clase social avasallada que se hace más evidente cuando
atropellan sus derechos, sin la consulta previa. La problemática se agudiza
cuando se implementa una política de explotación indiscriminada de recursos, lo
que desata los conflictos sociales en defensa del territorio descrito y la
incursión de capitales extranjeros que ingresan decididos a la explotación de
la ansiada “raíz dorada”.
Finalmente,
se denuncia los quinientos años de ocupación y explotación neocolonial de los
recursos que muy bien podemos contrastarla con Redoble por Rancas, la magnífica obra de Manuel Scorza.
El
cuento de cierre El guardián de Paccayura,
es la narración más maravillosa de cuantas existen. Es la más densa de todo el
libro por el nivel de lenguaje que utiliza. Pues el sustrato quechua y el
interlecto son los elementos lingüísticos predominantes que, a primera vista, salen
a la luz cuando nos adentramos en su lectura. El narrador personaje de solo 15
años, nos describe un mundo complejo propio de la cosmovisión andina y sobre
ella se teje una trama que cuenta la historia de la muerte de los padres del
personaje a causa de un inminente fenómeno natural provocada por la crecida del
río principal de Paccayura. La filantropía y el profundo sentimiento humano
confluyen en el trasfondo de la narración, pues, como dice el mismo narrador
personaje: “Mi misión es cuidar al pueblo de las desgracias y de toda maldad”
idea que ratifica el mensaje acuñado en el título del cuento.
En
la parte final, podemos apreciar lo peculiar de la técnica narrativa manejada en
el cuento, pues, ésta nos revela que los entretelones de la historia nos la
narra el alma desolada de un hijo que fue víctima de la ferocidad del mismo río
que se llevó a sus padres.
3.
APRECIACIÓN
CRÍTICO-VALORATIVA
Al
finalizar esta breve apreciación, quisiéramos expresar nuestra satisfacción por
el texto que venimos comentando. Ciertamente, en su lectura, asistimos a una
sesión de experiencias que se desarrollan en un contexto rural del Perú
profundo, lo que refleja que la fuente de inspiración literaria en los andes no
está agotada como muchos exegetas sostienen y, que ahora, toda la atención del
escritor debe trasladarse a describir las peculiaridades de las grandes urbes
con un criterio globalizador. Contrariamente, los acontecimientos que se narran en el texto
de Palomino, seguirán siendo un rico motivo e insumo para la pluma de un escritor
perspicaz que observa y vive en contacto con la realidad de un país disímil que
económica, política y socialmente anda fracturado. Como respuesta se
contraponen los pormenores de un mundo sostenible, complejo y esperanzador, a
la vez, pues, consideramos que los espacios geográficos del campo y la ciudad ocupados
por los personajes que se desenvuelven en las diferentes historias del libro, son
el fiel reflejo de los ideales de las generaciones de hombres y mujeres que
apuestan por condiciones de una existencia más digna en la sociedad.
Pero,
según avanza el gran desarrollo en las urbes, el riesgo de vivir en un mundo feliz
se agota. Mientras en el contexto rural andino renace una esperanza de vida
relacionada con el Allin Kawsay, o el
buen vivir, poco conocida y valorada
por las sociedades alienadas que lo único que hacen es depredar nuestro hábitat.
Es más, ni el recurso educativo pareciera ser la herramienta eficaz para la solución
del problema y permita construir un mundo más esperanzador.
Por
lo mismo, creemos que el manojo de relatos que nos entrega Niel Palomino, tiene
la implicatura literaria de concientizar al lector invitándolo a internalizar
las hazañas y vivencias de los personajes que inteligentemente ha creado para
hacernos deleitar, pero, a la vez, alcanzarnos un mensaje subliminal que imprime
su matiz didáctico conminándonos a despertar, en el prójimo, los mismos
sentimientos que hoy nos embargan.
Finalmente,
maestros, aficionados y estudiosos de la literatura quedan invitados a leer este
libro y, por supuesto, a generar más puntos de vista desde una perspectiva multidisciplinaria.
Publicado en el diario El Matutino. Cusco, agosto de 2016.
Felicitaciones por el aporte a la cultura literaria y más, sí parte de las raíces del Perú profundo como es nuestro Apurímac, Dios que habla, ñaupaqman puririna huq sonqolla suyunchisrayku...
ResponderEliminarFelicidades.
ResponderEliminarMe encantaria tenerlo el libro.