Mario Ramos Tacca
Complejo arqueológico de Inkiltambo - Cusco |
Con
el propósito de explorar la peculiaridad toponímica en el circuito turístico
del Cusco contemporáneo, nuestras observaciones se detienen, esta vez, en los
bellísimos parajes de <Inkilltambo>,
<K’allachaka>, <Wayna> y <Machu Choquekirao>, “la Micro
Cuenca Sagrada del Inca”, legado cultural prehispánico comprendido en los
actuales territorios de la antigua capital del Tahuantinsuyo.
Ubicada
a una hora de la urbe cusqueña, en la jurisdicción de la Comunidad Campesina de
Huerto en el distrito de San Sebastián, el acceso hacia la micro cuenca inicia por
el barrio Alto Los Incas y, mientras avanza su recorrido, aparece frente a
nosotros la imagen de un mundo distinto al que normalmente observamos en la
ciudad. El aire puro, la flora nativa, los arroyos de agua cristalina y la fauna
diversa nos conducen a un espacio lleno de belleza paisajística, matizado por
una extraordinaria muestra de riqueza arquitectónica de la época inca y preinca.
Realmente, se trata de una geografía maravillosa, pues a
cada extremo del lugar se pueden observar construcciones prehispánicas. Unas, abandonadas
y otras en regular estado de conservación, esperando la intervención de las
autoridades.
En efecto, las evidencias toponímicas del lugar permitieron
encontrarnos con un corpus léxico de nombres propios y observar en ellas las
características de su estructura morfosintáctica originaria. Estas muestras, a
primera vista, nos permiten aseverar que la cuenca estuvo ocupada por distintas
generaciones de habitantes bilingües del Cusco antiguo. Reiteramos que el lugar
es “sagrado” por la existencia de huacas,
construcciones ceremoniales, cementerios, terraplenes y andenería agrícola milenaria
que flanquea el serpenteante trazo del Qhapaq
Ñan que conduce hacia el Antisuyo. A unos metros más al fondo, aparece la
excelsa imagen de <Wayna> y <Machu Choquekirao> que no hace mucho
han sido intervenidas como parte de los trabajos de recuperación y puesta en
valor de los complejos arqueológicos del circuito turístico del valle del Cusco.
<Wayna> y <Machu Choquekirao>, según la descripción lingüística presenta
una composición morfológica híbrida de confluencia de vocablos procedentes de
la antigua lengua puquina, la lengua particular de los incas, según Garcilaso
de la Vega (1609), el aimara y finalmente, el quechua.
De
modo que la descripción estructural de los vocablos, nos alcanzan la siguiente información
obtenida a partir de las últimas investigaciones en onomástica andina y
contrastadas con fuentes lexicográficas primarias de los siglos XVI y XVII
tanto para el quechua, el aimara y el puquina.
En
consecuencia, Fray Domingo de Santo Tomás (1560), el Nebrija andino, en su “Vocabulario
de la lengua general de los indios del Perú, llamada Quichua” define <Wayna>
como “mozo, mancebo” y nosotros proponemos “reciente” en términos del tiempo
transcurrido y <Machu> “antiguo” de origen quechua, respectivamente. Por
otro lado, <Choque> “oro” en aimara, según Bertonio (1612) y <Quirao>
formante puquina “empalizada o reducto cerrado de oro” que devienen en Wayna Choquekirao “reciente o joven reducto
cerrado de oro” y Machu Choquekirao
“antiguo reducto cerrado de oro”. En efecto, si uno observa detenidamente el
panorama, la descripción coincide con las características geográficas de la
zona, pues la explicación adquiere objetividad debido a que nuestros ancestros tenían
por regla y motivación general acuñar los nombres destacando la peculiaridad geográfica
de los lugares.
En
el trayecto, otro espacio de condiciones formidables es <K’allachaka>, topónimo
compuesto por un híbrido nominal quechumara: <K’alla> de origen aimara y
<chaka> “puente” de procedencia quechua. Analizando, el Diccionario
Aimara-Castellano del PEEB Puno (1985), define <K’alla> como “ave,
lorito” y Bertonio (1612) en el Vocabulario de la Lengua Aymara la describe
como <Kalla, kalla> con el significado de “periquito, paxaro”. De modo
que la descripción toponímica se definiría como “puente posadero de los
periquitos” seguro motivada por la frecuencia con que estas aves merodeaban el
lugar.
Del
mismo modo, en el recorrido, se pueden apreciar los antiguos hornos coloniales
de teja y cal, hecho que evidencia que la zona, también, fue ocupada por los
españoles y utilizada como fuente de abastecimiento de materia prima para las
construcciones virreinales del Cusco colonial.
Un
poco más al fondo, sobre un empinado de características majestuosas, aparece
una formidable estructura construida en un lugar estratégico. Se trata del Centro
Ceremonial de <Inkilltambo>. Morfológicamente, este topónimo está formado
por dos étimos de origen quechua <Inkill> “flor”, según el Vocabulario de
la Lengua General de Todo el Perú, Llamada Lengua Qquichua o del Inca de Diego
Gonzales Holguín (1608). Del mismo modo, el Vocabulario Políglota Incaico
(1905) la define como “Flor olorosa” y <Tambo>, con rasgos del quechua
chinchaisuyo, se define como “alojamiento, mesón” según el Diccionario del Quechua
Sureño Unificado de Cerrón-Palomino (1988). De modo que la lectura del topónimo
nos alcanza el significado de “mesón con abundantes flores aromáticas”. Se
trata, pues de un complejo habitacional construido con fines religiosos, debido
a que en el lugar se puede apreciar una huaca
con recintos y espacios sagrados destinados al adoratorio de los dioses de
la época.
En la actualidad, el complejo <Inkilltambo> está
intervenido por el Ministerio de Cultura con trabajos de recuperación a cargo
de la arqueóloga Maritza Quispe Cuiro y una cuadrilla de obreros liderados por
don Nerio Huillca quienes manifiestan que el proyecto, después de cuatro años
de intervención, culminará en noviembre de 2016, lo que indica que los trabajos
quedarán en un 70% de su avance. Para el 2017, se espera que desde el ejecutivo
se destine otra partida presupuestal significativa para la culminación de la
obra.
Finalmente, esperamos que con este rastreo lingüístico, podamos
aportar, en parte, a dilucidar el complejo panorama de la onomástica
andina en la ciudad del Cusco.
Publicado en Suplemento Cultural "Inkari" Diario El Sol del Cusco. 2017.
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